Las peticiones y exigencias surrealistas de los clientes no tienen límites en ningun sector profesional. Todas las profesiones que impliquen trato con un cliente final, tanto si es de cara como si es telemáticamene, cuentan con un largo anecdotário, y las situaciones son increiblemente divertidas.
El mundo del diseño gráfico ya contaba con grandes anécdotas sobretodo a nivel de briefing y propuestas. Pero con la llegada de internet apareció un nuevo tipo de anécdota de cliente, el refrito de petición creativa enrevesada combinada con los efectos mágicos de la informática.
Evidentemente son propuestas descabelladas hechas desde el desconocimiento más inocente, sobre un mundo tecnológico que con frecuencia supera al desesperado cliente que pide resultados mágicos y automágicos para que su negocio digital vaya robre ruedas, aumente sus ventas y salga el primero en los resultados de google.
Anécdotas de «el cliente quiere para su web»
Te invito a este viaje digno del cine de Monty Python, las 20 mejores anécdotas de «el cliente quiere»:
El cliente que quería un botón más grande que la pantalla
Un desarrollador web compartió que un cliente insistió en tener un botón “Comprar” tan grande que ocupara toda la pantalla. A pesar de las advertencias sobre la mala experiencia de usuario, el cliente estaba convencido de que sería más efectivo.
El cliente que quería un sitio web “más rápido” sin cambiar nada
Un diseñador de UI se encontró con un cliente que quería que su sitio web fuera más rápido, pero se negaba a reducir la cantidad de imágenes, videos o scripts en la página. Al final, el diseñador tuvo que hacer malabares para mantener la velocidad sin eliminar contenido.
El cliente que quería un “botón mágico”
Un desarrollador recibió una solicitud de un cliente para agregar un “botón mágico” al sitio web. Cuando se le preguntó qué debería hacer el botón, el cliente respondió: “¡Lo que sea que haga que mi negocio despegue!”. El desarrollador tuvo que aclarar que no existen botones mágicos.
El cliente que quería un sitio web “como Facebook, pero mejor”
Un diseñador de UI tuvo que lidiar con un cliente que quería un sitio web similar a Facebook, pero “mejor”. El cliente no tenía una idea clara de qué características quería mejorar ni cómo hacerlo, lo que complicó el proceso de diseño.
El cliente que quería un “efecto de fuego” en el fondo
Un desarrollador web recibió una solicitud para agregar un “efecto de fuego” animado como fondo del sitio. A pesar de las preocupaciones sobre la distracción y la accesibilidad, el cliente insistió en que era crucial para su marca.
El cliente que quería un sitio web “sin palabras”
Un diseñador de UI tuvo que enfrentarse a un cliente que insistía en que su sitio web no debía contener ninguna palabra. El cliente creía que las imágenes y los gráficos deberían ser suficientes para comunicar todo.
El cliente que quería un “efecto de niebla” en el fondo
Otro desarrollador web recibió una solicitud para agregar un “efecto de niebla” animado como fondo del sitio. Aunque no estaba seguro de cómo implementarlo, el cliente estaba convencido de que sería “mágico”.
El cliente que quería un menú de navegación “como el de Apple”
Un desarrollador se encontró con un cliente que quería un menú de navegación similar al de Apple, pero sin especificar qué aspecto específico quería replicar. El resultado fue un proceso de iteración interminable.
El cliente que quería un sitio web “para todos los públicos”
Un diseñador de UI recibió instrucciones vagas de crear un sitio web que fuera “para todos los públicos”. El cliente no proporcionó más detalles, lo que dejó al diseñador confundido sobre qué enfoque tomar.
El cliente que quería un “botón de ganar”
Un desarrollador web recibió una solicitud para agregar un “botón de ganar” en el sitio. Cuando se le preguntó qué debería hacer, el cliente respondió: “¡Lo que sea que haga que los visitantes compren más!”. El desarrollador tuvo que explicar que no existen botones mágicos para aumentar las ventas.
El cliente que quería un “botón de teletransporte”
Un desarrollador web recibió una solicitud para agregar un botón que permitiera a los visitantes teletransportarse a cualquier lugar del mundo. Aunque el desarrollador explicó que no era posible, el cliente insistió en que sería una característica revolucionaria.
El cliente que quería un sitio web “sin desplazamiento”
Un diseñador de UI se encontró con un cliente que quería un sitio web donde todo el contenido estuviera visible en una sola pantalla, sin necesidad de desplazarse. El resultado fue un diseño abarrotado y poco funcional.
El cliente que quería un “efecto de unicornio” en los botones
Otro cliente solicitó que los botones de su sitio web tuvieran un “efecto de unicornio” al hacer clic en ellos. El diseñador de UI se esforzó por encontrar una forma sutil de incorporar la magia de los unicornios.
El cliente que quería un “modo invisible”
Un desarrollador recibió una petición intrigante: crear un “modo invisible” para el sitio web. El cliente quería que los visitantes pudieran navegar sin dejar rastro, como si fueran fantasmas en línea.
El cliente que quería un “contador de pensamientos”
Un diseñador de UI fue desafiado por un cliente que quería un contador en el sitio web que mostrara cuántos pensamientos tenía cada visitante. A pesar de las risas, el diseñador intentó encontrar una solución creativa.
El cliente que quería un “botón de felicidad”
Un desarrollador web recibió una solicitud para agregar un botón que, al hacer clic en él, generara una sensación de felicidad en el usuario. Aunque el desarrollador no pudo cumplir con la solicitud literalmente, se aseguró de que la experiencia del sitio fuera lo más positiva posible.
El cliente que quería un “efecto de arcoíris” en el logo
Un diseñador de UI se encontró con un cliente que insistía en que el logo de su empresa debía tener un “efecto de arcoíris” animado. El diseñador tuvo que equilibrar la creatividad con la profesionalidad.
El cliente que quería un sitio web “sin clics”
Otro cliente solicitó un sitio web donde los visitantes no tuvieran que hacer clic en ningún enlace. El desarrollador tuvo que encontrar una forma de navegar sin clics, lo que resultó en un diseño poco convencional.
El cliente que quería un “contador de sonrisas”
Un diseñador de UI recibió una petición para agregar un contador que registrara cuántas sonrisas generaba el sitio web. Aunque no pudo medir las sonrisas físicamente, se aseguró de que el diseño fuera alegre.
El cliente que quería un “modo ninja”
Un desarrollador web fue desafiado por un cliente que quería un “modo ninja” en su sitio. El cliente explicó que, al activarlo, el sitio debería volverse invisible para los competidores. El desarrollador tuvo que explicar que no existen habilidades ninja en el código.
Deja una respuesta