Hay billones de páginas web en la red que están muertas. Algunas, murieron poco a poco o fueron abandonadas. Otras, directamente nacieron muertas. Te lo explico, y te digo qué se puede hacer para revivir estos sites, con un caso práctico real.
Una web zombie o muerta viviente, no tiene por qué necesariamente ser un sitio hecho con WordPress, pero bueno, como lo son el 80% pues nos toca hablar de ellos.
Lo curioso es que yo distingo 2 grandes tipos de «WordPress muerto viviente»:
El primero, y más evidente, es el site que tuvo cierta actividad y actualizaciones en sus contenidos, hasta que… Bum! Su redacción lo abandona, o bien cierran, o bien desechan… y por el motivo que sea, pues ahí se queda. Estaba en un servicio gratuito de hosting, y nadie lo cierra… Y ahí se quedan los contenidos (a veces, buen contenido). Pero ahí queda a la deriva. Tarde o temprano, desaparecen.
No se atrevían ni a pulsar «actualizar», por miedo a que le «petara» todo. Así que me encargaron una resurrección del sitio web.
El segundo tipo de WordPress Zombie, es el más inútil y peligroso al mismo tiempo. Es aquel site, que fue entregado llave en mano a sus propietarios, y éstos o bien jamás hicieron NADA con sus contenidos, o bien hicieron ALGO durante un periodo de tiempo, hasta que lo dejaron ahí, con sus contenidos o productos de la tienda tal cual. Los propietarios siguen con su actividad en el mundo físico, y pagan sus renovaciones de dominio y hospedaje, pero la web está totalmente Zombie.
Pues con una de estas me tocó tratar recientemente. Su propietario, se puso en contacto conmigo y me explicó que no se atrevía ni a pulsar «actualizar», por miedo a que le «petara» todo. Así que me encargaron una resurrección del sitio web.
Sin haber entrado al backend aún (para ver cuánto estaba de «fucked up»), lo que le presupuesté de entrada fué una puesta a punto. Esta consistía en:
- Crear primero de todo, un backup de la base de datos y otro aparte de los contenidos (exportar los posts, productos, pedidos…).
- Actualizar todo lo posible (Nucleo, plugins, temas) y desechar todo lo que sea obsoleto (deprecated): Todo aquello que no se pueda actualizar, por ejemplo, plugins premium o no, cuya versión sea muy antigua o no disponga de actualizaciones recientes (por ejemplo, últimos 6 meses).
- Pasar un escaner de malware, para efectuar una primera fase de limpieza y detectar muy posibles generadores de spam (Okupaware) que se hayan metido a vivir en el site.
- Pasar un mantenimiento a la base de datos (limpiar transients, borradores, revisiones etc) y optimizar las tablas.
- Instalar y activar al menos un plugin de SEGURIDAD y otro de RENDIMIENTO con sus correspondientes firewall, caché etc.
- Comprobar los usuarios, y posibles y probables vulnerabilidades en estos (que el admin se llame «admin», permisos, passwords de chiste, etc)
En resumen, hacer una «puesta a punto». Ya que estábamos, para volver a seducir a Google, propuse crear un blog (el site tenía sólo páginas y tienda) con 3 posts temáticos (Con ChatGPT para borradores y documentación, y un poquito de trabajo de redacción puedes hacer buenos artículos en una tarde). De este modo, una vez terminada la puesta a punto, podríamos solicitar a los buscadores que reindexaran el sitio, para que «vean que vuelve a estar vivo».
Evidentemente, lo que me encontré al ponerme manos a la obra, era peor (aunque no de lo peor que he visto).
El site, un ecommerce de venta de cafés y tés de especialidad, basicamente eran un par de landings bastante bonitas y la tienda. Más o menos estándar, tenía un builder, WP Bakery, y un tema premium de envato chulo, su WooCommerce y algún addon, pero todo bastante básico.
Les había entrado un spambot que generaba falsos usuarios y posts de contenidos y productos chorras, como gafas de sol, viagras, citas etc.
Lo primero que ví es que habían posts y bastantes usuarios. En un site sin blog. Hummm miro los posts… y son todos SPAM. Vamos, que el site estaba infectado, un spambot había entrado, y había generado usuarios y posts.
Es fácil detectarlos sobretodo en un site que está en idioma español y esos posts están todos en inglés. Además podéis imaginar las temáticas: Recomendaciones de productos chorras, gafas de sol, viagras, citas etc.
En estos casos, y esto, lo digo por experiencia, tienes que evaluar el daño causado, porque te llevará menos trabajo, migrar los contenidos «no spam» a una instalación nueva y fresca de WordPress, que liarte a limpiarlo todo usando limpiadores de malware y scripts de limpieza.
¿Por qué digo esto? Porque la infección zombie es tan fuerte, que es probable que tras la limpieza queden «restos». Es mejor salvar las partes de su cerebro que aún funcionan, y transplantarlo a un cuerpo humano clonado nuevecito.
Así que esto hice: Exporté todo el contenido «bueno» (páginas, usuarios reales de la tienda, productos, theme) y se lo puse a una instalación nueva y fresca de WP.
Después, actualicé todo lo que se pudo. El theme ya estaba obsoleto. No se veía nada roto en el front end, peero… Los avisos de WooCommerce sobre las plantillas de tienda sobreescritas en el theme, decían claramente que ese theme tenía más de 4 años.
Esto chafó mis planes de crear un tema hijo del theme y meter ahí mis cuatro parches y correcciones. Ese theme es un peligro, y puede que no funcione correctamente la tienda o el proceso de Checkout.
Esto, más que un problema, fue una oportunidad. Cambiar el theme por un theme oficial compatible con WooCommerce, en este caso, StoreFront, era la solución ideal, ya que no sólo ganas en la compatibilidad, sino que te puedes deshacer también del builder (WP Bakery).
Pero huy… ¿Qué pasa con estas landings chulas hechas con el builder? Pues encontré un gran plugin para el editor de bloques, que además de hacerle algunos power-up, me permitía convertir contenido de WP Bakery a Gutenberg (¡TOTAL!)
Para mí Storefront, es el theme perfecto para una tienda WordPress WooCommerce, al menos para partir de cero y personalizar, es gratuito, es oficial, dispone de actualizaciones… Es cierto que no es un «tema de bloques», pero las partes de plantilla las puedes personalizar con facilidad, y luego dejar que tu cliente use los bloques en páginas y posts.
La conversión de páginas de Bakery a Blocks funcionó, y aunque no quedó todo perfecto, me ahorró un montón de trabajo. Sólo tuve que recuperar algunos estilos y colores, pero en un pis pas tuve los header, footer, tipografía y medidas de «containers» etc, calcados al otro theme.
Lo siguiente que tenía que revisar era… el contenido. Aparte de las landings, todo lo demás estaba pobre. Títulos pobres, productos sin descripción, nombres de categorías pelados también sin descripciones… De hecho, no había puesto ningún plugin de gestión del SEO. Les puse el The Seo Framework, y comencé a arreglar todos los problemas de MÍNIMOS (Titles y meta descriptions que faltaban de las principales landings y productos). Por supuesto, no había ni una sola foto que tuviera texto ALT. Esto hay por ahí plugins que si una imagen no tiene su alt, utiliza a modo de colchón el nombre del fichero. Está bien de manera provisional, pero vamos, que mejor «foto de un perro» que «IMG_XXXX» que es lo que suele pasar…
Luego, pues hice el blog. Creé los 3 posts, y luego maqueté un poquito el aspecto del single y del index (página de entradas). Para enlazar añadí «blog» a los menús, y añadí antes del footer, en la página de inicio, un bloque de «Entradas recientes» con estos 3 posts iniciales.
Solicité a los buscadores la reindexación y voila. Un WordPress que vuelve a la vida. Hasta que vuelva a su estado anterior, claro, jeje.
Esto es… lo que pasa siempre con muchos sites entregados «llave en mano»
Tanto en sitios que he montado para los clientes desde una agencia (algunos, de coste elevado), como en sitios que al dueño se lo ha montado «el cuñado» o «una amiga que hace webs», siempre me he encontrado el típico caso de, una vez entregado el site «llave en mano» y tras unas explicaciones básicas o introducción sobre «como cambio los textos o meto productos»… Sus dueños ven que, gestionar una página web, es bastante más complejo que usar Wallapop.
Aunque la gestión de contenidos cada vez es más fácil y visual, requiere de formación y conocimientos mínimos («qué es una url», «qué es el alt de una imagen», «por qué no puedo copiar y pegar cosas de otra web») que lamentablemente, en realidad, casi nadie fuera del sector, dispone de entrada.
Y cómo no; hacen lo básico durante cierto tiempo… y acaban dejando el tema. Así que, la próxima vez, si te piden ayuda, espero que te resulte útil esta historia de un caso práctico.
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